Siempre es motivo de celebración cuando un proyecto hecho en nuestro país ve la luz. Irónica expresión para presentaros un juego en el que las sombras y la oscuridad abundan, pero, de lo contrario, no causaría el mismo efecto. De la mano de WildSphere, nos llega un título de terror, body-horror, con pinceladas de escape: Oxide Room 104. Recuerdo cuando, siendo muy joven, me obsesionaban los juegos cuyo objetivo era salir de una habitación. Las llaves, las secuencias y los números eran varias de las herramientas de las que los creadores se beneficiaban a la hora de desarrollar sus puzles, y he podido ver mucho de eso en el título que hoy nos ocupa.

Trama
Como todo buen juego de terror, empezamos la historia sin saber demasiado bien qué se nos ha perdido en el lugar donde nos tienen encerrados. Una cinemática inicial nos presenta muy brevemente la situación de Matthew, nuestro protagonista, y nos da una pista muy clara sobre lo poco acogedor que será el motel en el que nos alojaremos a la fuerza. Según se nos cuenta, Matt se presenta en el motel para cerrar un trato, pero en lugar del trato, lo encierran a él.
Comenzamos nuestra aventura sumergidos en la bañera de la habitación 104 del Night Soul Motel. Y, lejos de agradecer la estancia gratis, deberemos huir de allí antes de que sea demasiado tarde, pues un doctor loco está deseando jugar con nosotros y utilizarnos como sujeto de pruebas para sus investigaciones y experimentos. ¿Nuestra misión? Escapar de allí con vida. Sencillo, ¿no? Pues no, no lo es.
Dispondremos de un amplio número de habitaciones, la mayoría de ellas cerradas. Tendremos que encontrar la forma de abrirlas para seguir avanzando. Y os adelantamos que es todo un reto dominar todas ellas, y que quizás necesitéis varios intentos para conseguirlo. Por el camino, la historia irá escribiéndose sola mediante notas de diferentes autores, que arrojarán algo de luz sobre los misterios que se esconden bajo los cimientos de este destartalado motel. ¿Qué es ese sitio? ¿Por qué estamos allí? ¿Quién diablos es Eva? ¿Cuáles son las intenciones de Doc? Solo tú puedes averiguarlo… ¿Te atreves a intentarlo?

En Oxide Room 104, cada muerte es un nuevo inicio
Desde el primer tropiezo, nos dejan claro que, si mueres, no solo tendrás que empezarlo todo otra vez desde el principio, sino que además el entorno irá cambiando en cada intento por salir. Lejos de facilitarte el proceso, el juego te castigará poniéndote las cosas más difíciles e incluso más escalofriantes en cada run. Entre otros detalles, habrá objetos que ya no estarán donde los recordábamos o enemigos con los que aún no habíamos tenido que lidiar, a cada cual más grotesco. Pero no os preocupéis, porque este punto no es negativo, sino todo lo contrario; hace el juego mucho más rejugable, porque necesitaremos reiniciarlo muchas veces para exprimirlo al máximo y ver todo lo que realmente esconde. Probablemente os veáis incluso en la tesitura de querer morir intencionadamente para ver qué más os tiene preparado el equipo de WildSphere. ¡Pero no os emocionéis! Que incluso aquí el número de muertes tiene un límite que nos llevará a uno de los múltiples finales. No os diremos cuántas; tendréis que descubrirlo vosotros mismos, que no os lo vamos a dar todo mascadito. Doc estará de acuerdo en que entre las pareces del motel Night Soul, en el sufrimiento está la diversión.


Jugabilidad: decente, pero mejorable
En FrikiGen hemos tenido la oportunidad de probar la versión de Oxide Room 104 para Steam gracias a un código cedido por WildSphere. Lo jugamos en su totalidad con teclado y ratón, probando momentáneamente los controles también con mando para poder contaros con todo lujo de detalles las diferentes sensaciones con cada tipo de periférico.
Los controles, elijas lo que elijas para jugar, son los habituales en cualquier juego de estas características: WASD para moverse (o con el joystick izquierdo), ratón (o joystick derecho) para mover la cámara, etc. Sin embargo, hay una pega para cada periférico respecto a los controles. En cuanto al teclado, se hace incómodo jugar con sigilo (cosa que a menudo necesitaremos, excepto que seamos unos temerarios), ya que para movernos sin hacer ruido tendremos que mantener pulsada la tecla “Ctrl” y, si abusamos de ella, terminaremos nuestra sesión de juego con un terrible dolor de meñique. Opinamos que, en este caso, sería útil una opción en la configuración para quienes prefieran activar o desactivar con una sola pulsación de “Ctrl” el modo sigilo. En el caso del mando, este problema se soluciona, pero nos encontramos con otro diferente: la sensibilidad de la cámara es muy alta. Aunque en la configuración se nos da la opción de bajar el parámetro, para pequeños movimientos de cámara nos sigue pareciendo un poco brusco. Por ello finalmente nos quedamos con teclado y ratón, al menos para la versión de PC.
Otra cosa que no fue demasiado de nuestro agrado fue la función de la tecla “Escape”. La pulses cuando la pulses, servirá para abrir el menú, incluso cuando el inventario o cualquier otra ventana esté activa. Creemos que sería más cómodo que en esas situaciones el “Escape” sirviese para cerrarlas (actualmente se cierran con el botón derecho del ratón) y que solo en situaciones normales, sin menús abiertos, sirviese para pausar el juego, como hasta ahora ha servido.
Por lo demás, y pese a estos pequeños “contras” que le hemos visto, los controles no están nada mal. Son fáciles de aprender e intuitivos.
Estética y apartado gráfico
Gráficamente el juego se ve bonito, o al menos tan bonito como un motel lleno de monstruosas creaciones bizarras y antinaturales se pueda ver. En este sentido, la desarrolladora ha dado un paso gigantesco respecto a sus anteriores trabajos, cosa que nos ha sorprendido sobremanera.
El diseño de las habitaciones es un tanto repetitivo, pero es fácilmente excusable teniendo en cuenta que se trata de un motel y que los dormitorios tienen a la fuerza que ser bastante similares entre sí.
La ambientación es buena e inmersiva. Desde el primer momento toda tu atención se centra en todo lo que sucede a tu alrededor, tu vista se agudiza y solo piensas en encontrar más objetos con los que interactuar, más monstruos que ver y más puertas que abrir. Los escenarios son oscuros, pero ves por donde vas. Se encuentra el equilibrio perfecto para que la estética resulte tenebrosa sin necesidad de teñirte la pantalla en negro.

Nos vamos con la música a otra parte
El apartado sonoro lo trataremos en tres partes: música, efectos y doblaje, puesto que no sería justo meter todo ello en el mismo saco a la hora de analizarlo.
La música es escasa, encontrándonos realmente con una única canción como tal. La canción es buena y pegadiza, aunque no ayuda a que nos metamos en un ambiente más tétrico, sino que provoca casi el efecto contrario. La escucharemos en la cinemática inicial y en el baño en el que comenzamos la aventura si activamos el reproductor que encontraremos allí mismo.
Los efectos de sonido nos han gustado, cumplen su función y generan un ambiente lúgubre y tétrico. No hay exceso de ellos, no pecan de introducir sonidos fuertes para provocar el susto fácil y eso es un punto positivo después de jugar a tantos títulos que se exceden en ese sentido.
El doblaje es la guinda del pastel en cuanto al apartado sonoro. En nuestro caso, lo hemos jugado con las voces en español y debemos decir que el trabajo de Jorge Vigo Da Silva (Matthew) y Sergi Carles (Doc) le da realmente una gran personalidad a los personajes a los que encarnan.
Conclusión. Lo mejor y lo peor de Oxide Room 104
Para finalizar, diremos que estamos ante un buen juego. Nos gustó desde los primeros minutos de gameplay y así lo expresamos en el momento en el que lo probamos en el canal de nuestra compañera MakaNakano. Tal fue así que no pudimos esperar para darle una y otra oportunidad y descubrir así los múltiples finales que nos ofrece.

Lo mejor
- Es muy rejugable, cada partida será diferente y tenemos varios finales por descubrir.
- Buen doblaje en español
- Encuentra el equilibrio justo entre el terror y la exploración tipo escape room. Podemos detenernos a hacer inventario, leer documentos o simplemente tomarnos un respiro sin miedo a que nos devoren desde atrás. Apenas tiene jumpscares y en ocasiones es algo que se agradece.
- Tiene una buena cantidad de habitaciones por explorar.
- Buena atención a los detalles, como el hecho de que podamos golpearnos con la puerta si la abrimos demasiado cerca de ella (nosotros nos asustamos la primera vez, lo admitimos), o que Matt haga un comentario o no lo haga según cómo hayamos interactuado antes con ese objeto (dejaremos que descubráis al jugarlo a qué nos referimos).
- Han logrado una genial ambientación, transmitiendo siempre una sensación de inseguridad.
Lo peor
- No demasiada variedad de enemigos. Nos hubiese encantado ver más de sus grotescas creaciones.
- Encontramos demasiada munición, al menos al principio (sin muertes previas). Creemos que sería más interesante obligar al jugador a gestionar su munición, sobre todo tratándose de un juego que se puede superar sin gastar una sola bala si somos sigilosos y jugamos con ingenio.
- Ciertos controles un tanto incómodos (los ya mencionados)
- QTE (Quick Time Events) poco aprovechados. Hubiese sido genial encontrárnoslos en más puntos del juego.

En conclusión, Oxide Room 104 nos ha parecido un juego divertido y bien ejecutado. Tiene una historia que engancha, una jugabilidad decente y unos gráficos que ayudan a una ambientación oscura y tétrica. Sus puzles son sencillos, pero entretenidos, y hacen que el juego no solo se limite a huir, combatir o esconderse. En definitiva, y sin ninguna duda, entra en nuestra lista de recomendados. Una fantástica entrega con firma española que estamos seguros de que no te dejará indiferente.
Oxide Room 104 se estrenó el 17 de junio en Steam, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S y Nintendo Switch. Ya están disponibles las ediciones físicas para PS4 y PS5. En agosto llegará la edición física para Nintendo Switch.
Este análisis ha sido posible gracias a WildSphere, que nos ha proporcionado una copia digital del juego para que podamos desmenuzarlo de principio a fin para vosotros.